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Carlos Tabares: "Los muchachos de hoy no se preocupan por ganar"


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Por: Julita Osendi 5/10/2017

Tabares no es un hombre de medias tintas. Habla claro, sin miedo, abiertamente, de la situación actual de la pelota cubana, y, no solo critica sino que ofrece soluciones.
Cuando se hable de un pelotero inteligente, muy inteligente, habilidoso, pícaro, de esos que saben hacer lo necesario en el momento justo, que son ejemplo a la hora de echarse encima a un equipo, líder indiscutible, capitán eterno; por supuesto que no podemos hablar de otro que no sea el pimentoso jardinero de la capital y del Cuba, Carlos Tabares Padilla.
“Nací el 8 de julio de 1974 en el municipio Plaza de la Revolución, aquí en el centro mismo de mi Habana; hijo de Inés y Alfredo, a quienes debo cuanto soy: mi educación, mi forma de comportarme. Yo tengo 'cuna'. Modestia, honradez, disciplina, soy trabajador. Esas fueron las enseñanzas de mis papás.
“Te cuento que mami cumplió 80 años hace unos días y le hicimos un cumple sorpresa con una piñata repleta de sus medicamentos: captopril, diazepán, duralgina, ¡qué se yo! Toda la familia unida: hijos, nietos. ¡Eso es lo que construyeron y eso somos nosotros!”
Carlos Tabares entra por primera vez a un terreno de pelota con ocho años. Era el conocido Polígono de Ciudad Libertad. Con anterioridad el travieso pequeño había incursionado en gimnástica y esgrima.
“En el primero estuve entre seis y siete años hasta que me caí de la barra fija y hasta ahí las clases; y en el segundo, con siete para ocho solamente, porque lo único que hacía era fugarme para el Polígono, hasta que entendieron que lo mío era el béisbol.”
Venancio Perdigón y Domingo Perdomo fueron los primeros que encaminaron a Carlitos en el mundo maravilloso que es el béisbol.
“Lo primero que hice fue jugar tercera y campo corto. Pero tampoco salí ileso, y un buen día no esquivé un lineazo de frente, y decidí trasladarme para el jardín central.”
El guardabosques capitalino se formó en la pirámide del alto rendimiento cubano que tantos talentos ha aportado a nuestro movimiento deportivo. Estudió en la Pre EIDE “Rubén Bravo” de Ciudad Libertad (para desgracia del deporte cubano, institución desaparecida del sistema de enseñanza deportiva); después hizo el grado para la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) “Mártires de Barbados” y de ahí a la ESPA (Perfeccionamiento Atlético) provincial “Manuel Permuy”.
Concluyó su carrera docente en el Instituto Superior de Cultura Física “Manuel Fajardo”, en el 1992.
“Entro en la pelota grande en 1991, en la primera Liga de Desarrollo, siempre con Industriales, y con ellos jugué 25 Series Nacionales. Se dice fácil pero ha sido toda mi vida. Ese equipo fue mi familia: había cohesión, hermandad; nos familiarizamos dentro y fuera del terreno. Había jugadas que con solo mirarnos ya sabíamos qué hacer.
“Cuando debuté me recibieron como uno más. Recuerdo
las enseñanzas del Duque Hernández, Pablo Miguel Abreu, Javier Méndez, Euclides Rojas, Osvaldo Fernández. Eran otros tiempos. Había deseos de jugar, de luchar, de ganar. Con el tiempo fue cambiando el equipo y puedo decirte que entre mis muchos amigos, Rudy Reyes y Alex Mayeta son los más cercanos; son mis hermanos.”
Hablando sobre el tema Industriales, el rostro siempre sonriente, ensombrece. Y es que del llamado equipo insignia, queda bien poco.
“Tú estabas con nosotros en esos duelos entre Anglada y Víctor Mesa, que son más que hermanos, y escuchabas cuando Víctor le decía a sus naranjas de Villa Clara: 'Oye, que no pueden ver el azul, caray', y todo el mundo 'se partía' se risa. Había tanta camaradería. Ahora no”.
“Creer en ellos mismos. Confianza, profesionalidad en su trabajo, disciplina en el entrenamiento, voluntad, sistematicidad. No puede ser que te ausentes de una preparación general porque sí; hay que aprender a ganarse las cosas en el terreno desde el entrenamiento.
“Por ejemplo, un talento en el campo corto, Yolber Sánchez, no puede ser que tire el guante, una actitud muy antideportiva, y al otro día salga de regular al campo. Eso desacredita al equipo ¡Toda Cuba lo vio por la Tele!
“Los muchachos de hoy no se preocupan por ganar, por hacer quedar bien a los suyos; solo quieren hacer el grado para recibir los beneficios de estar en hoteles, de ver Cuba. No hay sentido de pertenencia. Es el ser por el tener. Hay que educarlos en el equipo grande, vienen sin formación”.
Cambio el tema porque veo que hasta sus ojos se empañan. Y pasamos a hablar de los grandes momentos vividos en la larga trayectoria del hábil guardabosques cubano. Casualmente días atrás compartíamos, y en un abrir y cerrar de ojos me narró un sinfín de anécdotas.
“Recuerdo cuando por primera vez entraba a un terreno de pelota en la Serie Nacional sustituyendo a Javier Méndez que era el titular del center field y se me cayó un fly en la cabeza. ¿Para qué?
“También la primera vez que fui campeón, en el 1996, con Pedro Medina de mánager y yo era el jardinero izquierdo regular ¡Con 21 años fui campeón nacional!
“Y por supuesto que los malos momentos tampoco se olvidan. El play off casi ganado a Santiago de Cuba en 1999: el jonrón de Ronaldo Meriño aquel sábado que igualó la final y el 'paseo' de ellos el domingo en el Latino ¡Bochornoso!
“Asimismo el revés ante Villa Clara en el 93 y ¿qué decir del 2007 con aquel cuadrangular que no lo fue de José Julio Ruíz en el 'Guillermón' (fue un foul del tamaño de una casa) y que nos costó la corona?
“¿Y qué me dices del triunfo de Ciego en el 2012 con mi jonrón de foul ante Vladímir García en el primer juego en el Latino, que le hubiera dado otro giro al play off? Nada, momentos inenarrables que no sólo me encierran a mí sino a mi glorioso equipo, el equipo insignia de la pelota cubana”.
“Ahora, ¿lo mejor? La Era Anglada. Esos triunfos en el 2003 y 2004, frente a Villa Clara, y en el 2006, en el 'Guillermón' ante Santiago.
“¿Qué decir de esa noche? Tras la premiación salimos a recorrer la ciudad y todos los establecimientos de expendios de bebidas y alimentos estaban cerrados. Incluso, el Algarrobo que siempre abría hasta altas horas de la madrugada. Y en el hotel San Juan, nuestra sede, la comida, fría como pata de muerto, era pescado con espinas. ¡Nos boicotearon la victoria! Bueno, lo pretendieron porque nosotros gozamos toda la noche hasta podernos ir en avión al otro día.”
Carlos Tabares también estuvo en el Industriales de Germán Mesa que se impuso en espectacular play off a Villa Clara en el 2010.
“Claro que no puedo olvidar esa victoria. La cosa se puso fea, y nosotros solos, los jugadores nos reunimos en un salón del hotel Hanabanilla y dijimos: ¡tenemos que ganar! Yganamos.
“Ese fue el campeonato en que en el pase a la final, jugando en Sancti Spíritus, fuimos agredidos y eso, en lugar de hacernos decaer, nos subió al cielo; y así ganamos el título más peleado de mi historia, ganamos en el séptimo desafío”.

Tabares participó en 25 Series Nacionales, la última la pasada, la número 56, a la que quiso llegar honrando el número que siempre tuvo en su camiseta. Concluyó compilando para 307 de average ofensivo; 1956 hits; 1059 carreras anotadas; 815 impulsadas (siendo primer o segunda bates); más de 200 bases robadas.
Le gustaba batear para el right field, en contra de su mano, lo que no le imposibilitaba 'halar' la bola para el campo izquierdo, según la circunstancia.
Estuvo 16 años como capitán de los leones azules; siempre fue un líder positivo. Lo mismo tocaba la bola que bateaba un jonrón. Vaya, de esos peloteros que una siempre quiere en su equipo.
Carlos Tabares integró el seleccionado nacional en varias ocasiones: Mundial de Italia 98, Centrocaribes de Maracaibo en el propio año (allí en la inauguración bailó de lo lindo con el célebre Oscar de León); Juegos Panamericanos de Santo Domingo, Mundial de La Habana y Preolímpico de Panamá, todos en el 2003 y Juegos Olímpicos de Atenas 2004. En todos, ubicado en lo más alto del podio.
“Claro que tengo anécdotas de esos eventos pero, sin dudas, la más cómica por así decirlo fue la de mi fildeo en el center field en la final contra Australia.
“El caso es que la pelota yo no la cojo de aire, sino que da sobre los colchones y al rebote la fildeé. Pero hice mi paripé, -artista que soy-, y el árbitro no la vio. Cuando aquello, por suerte, no había reclamación por video.
Al tiempo, el mánager australiano y yo coindimos en el Mundial de Holanda 2005 (que también ganamos) y me dijo negrito tramposo y los dos nos reímos. ¡Qué tiempos esos!”
En medio de tantos certámenes importantes y de alegría para la afición cubana amante del buen béisbol, llega al fin la celebración del Primer Clásico Mundial, con la participación de muchos de los mejores peloteros profesionales representando a sus países, evento que pretende asemejarse a la Copa Mundial de Fútbol. (Aunque aún le resta un mundo por acercársele).
Así las cosas, mi camarógrafo Ángel Melis y yo nos fuimos muy tempranito al Latino a hacer un reportaje del entrenamiento del equipo que nos representaría en tan importante lid, y entre los entrevistados no podía faltar el chispeante Carlos Tabares, quien dejó escrita para siempre una frase: “ellos no la tiran por debajo de la tierra. Nosotros jugamos pelota igual que ellos. Somos cubanos y vamos a dejar el pellejo en el terreno”.
Créanme que a mí me impactó esa frase, pero eso de pellejo no me gustaba; así que le dije, “oye Taba, vamos a cambiar el pellejo por piel. Así que repite”.
Si les cuento que hubo que repetir 10 veces esa parte que luego dio título a mi documental “Dejar la piel en el terreno” sobre el histórico segundo lugar en el Clásico. Quizás no me lo crean. Pero Carlos Tabares es un chico tan especial que repetía y repetía hasta que lo logró.
“En el Clásico jugábamos el center Alexei Ramírez 'el Pirineo' y yo. A mí me tocó intervenir en aquella decisiva jugada contra Puerto Rico en el choque que nos dio el boleto a la semi final en San Diego, cuando yo le tiro al Yuli (Yulieski Gourriel) que estaba en segunda y éste a Pestano, quien bloquea magistralmente a Iván Rodríguez en home, evitando la carrera.”
Carlos Tabares también tomó parte en cinco Torneos Interpuertos en Holanda, el último de los cuales, “en el 2007 jugué bajo la dirección de Víctor Mesa y a pesar de haber sido seleccionado el Más Valioso del Torneo, no me llevaron a los Panamericanos de Río.” (Sin comentarios)
“¿Mi equipo CUBA ideal? Pedro Medina calzando los arreos; Agustín Marquetti, Rey Anglada, Germán Mesa y Omar Linares en el infield; Armando Capiró, Víctor Mesa y Luis Giraldo Casanova en los jardines; y Orestes Kindelán de designado. Lanzador derecho, Rogelio García; zurdo, Omar Ajete y cerrador, Euclides Rojas. El mentor, el profesor Jorge Fuentes.
Tabares no es un hombre de medias tintas. Habla claro, sin miedo, abiertamente, de la situación actual de la pelota cubana, y, no solo critica sino que ofrece soluciones.
“Primeramente, estoy de acuerdo con que, no solo los peloteros sino todos los deportistas cubanos, estén donde estén, puedan representarnos en eventos internacionales; segundo, hay que recuperar la masividad en toda la Isla: repartir implementos deportivos y tampoco solo del béisbol. ¿Que hay que gastar?, sí; pero solo así podremos rescatar nuestro deporte, en especial la pelota.
“Hay que devolverles la vida a cuantos terrenos de béisbol haya y crear muchos más. Diversificar su práctica en todas las edades y sexos. Enamorar, por así decirlo, incentivar económicamente a los entrenadores, muchos de los cuales han perdido interés. Ver el equipo Industriales de hoy es una vergüenza. Mira ese Habana del sub 23. ¡Por favor! Además, nosotros, los deportistas somos los que tenemos que comandar las comisiones de las distintas disciplinas. Nosotros, que sufrimos que gozamos que echamos pa'lante.
“Hay que establecer una diferenciación en el trato a los atletas. No es lo mismo un campeón olímpico a un muchacho que acaba de entrar al Cerro Pelado; lo mismo en la pelota. No puedes tratar igual a Alfredo Despaigne que a un novato. No pueden ganar lo mismo, no se pueden resolver sus problemas de la misma forma. El joven, como hice yo, tiene que aprender a ganarse las cosas, aspirar a llegar al máximo nivel.
“Revisar, pues, la remuneración de los atletas y entrenadores. no al igualitarismo que nos mata. Respeto al deportista en activo pero también al retirado que lo dio todo y nunca dejó de competir por su tierra.”
“En el tiempo muerto del béisbol en Cuba, algo que ya se está haciendo por suerte, insertar a nuestros peloteros, desde la sub 15 en todas las ligas foráneas que podamos. Mientras más rocen con otros niveles, mejor serán. Y ¿por qué no? . Aceptar jugadores de otras naciones si quieren estar en nuestras Series aún cuando no reciban monetariamente lo que otras ligas pagan. Dejarlo a su elección.”
Desde ya esta cubana propondría a Carlos Tabares como presidente del INDER, ¿a que sí?
Decíamos al inicio de esta animada conversación que resultó en entrevista a Carlos Tabares, que para el ex jardinero la familia es la célula de donde nace, crece y se desarrolla el ser humano.
“Mi mamá, Inés; mis niñas, Carla Daniela y Lorena, y mi señora y su hijo, Magda y Carlos Enrique de quince, además de mis hermanos, son mi vida. Creo que la persona que no ponga delante a su familia a todo lo demás no es un buen un ser humano.”
Coincido plenamente con Carlos Tabares, de quien puedo afirmar ha sido siempre un hijo para mí. Se habrán dado cuenta por su palabras que ha sido y es un hijo muy especial. Ojalá y sus brillantes ideas sean puestas en práctica y personas como él puedan tener en sus manos el presente y futuro del movimiento deportivo cubano.

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