Noticias

Del 12 al 24: dos leyendas

En su primer día con los Vegueros de Pinar del Río, ni Michel Enríquez ni Frederich Cepeda vestían sus habituales dorsales. Ya tomados el 12 y el 24 en la novena vueltabajera, estos dos legionarios del béisbol cubano tuvieron que escoger nuevos dígitos, aunque eso, para ellos, realmente no tiene mucha importancia.

Foto: Ricardo López Hevia
En su primer día con los Vegueros de Pinar del Río, ni Michel Enríquez ni Frederich Cepeda vestían sus habituales dorsales. Ya tomados el 12 y el 24 en la novena vueltabajera, estos dos legionarios del béisbol cubano tuvieron que escoger nuevos dígitos, aunque eso, para ellos, realmente no tiene mucha importancia.
«Me he quedado con el uno, pero el número no hace a la persona, lo que vale es lo que se demuestre en el terreno, lo que vale es darlo todo por la afición y por el espectáculo», sentenció el antesalista pinero, quien vio el primer duelo de los pinareños desde la barrera, un lugar que no acostumbra frecuentar.

Pero al margen de la suplencia, Michel ha llegado a la disciplina de los Vegueros dispuesto a sumar y sabe que, a la larga, terminará aportando a la causa del plantel que dirige Pedro Luis Lazo. «Estoy muy orgulloso de compartir con Lazo como mánager. Él sentó cátedra en el box y ahora es un ejemplo para los jóvenes. Én lo particular, me inspira seguridad y por eso quiero entregarme y transmitir las vivencias acumuladas durante años», resalta Michel, quien agradeció la confianza de todo el colectivo pinareño por la selección, en especial al capitán Donal Duarte.
Para el «Súper 12» de los Piratas, el hecho de jugar bajo la dirección de Lazo tiene un sabor especial, el mismo que siente Frederich Cepeda, catalogado por el «Rascacielos» como un estelarísimo de la pelota cubana. «Fuimos compañeros en equipos nacionales, nos entregamos, y solo por eso ya hay un gran compromiso en este nuevo reto.
«Compromiso con Lazo, que ha hecho un gran sacrificio para estar al frente de Pinar, y también con la afición de un equipo ganador, lleno de figuras jóvenes con muchas ambiciones. Juntos formamos una mezcla de juventud y madurez que puede competir al máximo nivel por el título», destacó Cepeda, quien ha tenido una temporada de ensueño a sus 37 años.
«Pienso seguir jugando aunque algunas personas sean escépticas respecto a mis posibilidades. Yo respeto la opinión de la afición, de la prensa, de la radio, la televisión, que siempre va a existir porque todo el mundo tiene derecho a expresar lo que piensa. Mi mejor manera de hablar es en el terreno, ahí me entrego cada día, y eso no cambiará mientras tenga salud para salir al diamante», puntualizó el recio bateador espirituano.
Michel Enríquez, por su parte, vive un momento especial, pues estos pueden ser sus últimos partidos en la Serie Nacional si decide finalmente retirarse. De cualquier forma, el simple hecho de estar en el ruedo ya tiene un gran valor para el pelotero más grande en la historia de Isla de la Juventud, y uno de los más respetados del país durante el presente siglo.
«Un par de meses atrás me pasó por la mente no jugar más aunque me dieran la oportunidad, pero tuve un incidente con mi madre, que ya no está físicamente. Yo hubiera querido que ella disfrutara estos momentos, y por eso acepté volver, en su honor y por mi familia».

No hay comentarios