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Erisbel Arruebarrena: “Regresar a un terreno de Grandes Ligas es mi mayor deseo”

Por:Francys Romero.
15/11/2017.
Erisbel “El Grillo” Arruebarrena tenía previsto brillar en Grandes Ligas hasta que diversas problemáticas se vieron enrevesadas en su camino. A los 27 años y tras perder tiempo de juego entre lesiones, problemas emocionales y una enfermedad con la que ha tenido que combatir, Arruebarrena quiere regresar al sitio donde pertenece su talento.

“Después de muchas frustraciones de muchos malos gestos y de muchas culpas finalmente comprendí que realmente lo que estaba era enfermo. Fui hospitalizado de emergencias cuatro veces en las cuales se me detectó una diabetes de tipo 1”, dijo a CiberCuba el torpedero de 27 años.
Empecé a entrenar seis horas al día entre ejercicios físicos, agilidad, bateo y defensa



Arruebarrena volvió en 2017 con los Dodgers después de un exigente tratamiento de su enfermedad. En ocho partidos de la Arizona League (nivel Rookie) bateó .519 (14 en 27) con dos dobles, dos triples, dos cuadrangulares y 10 impulsadas.

Cuatro meses después me siento como antes, me siento lleno de ganas”, confesó.

Regresar a un terreno en grandes ligas es mi mayor deseo

Para eso salí de Cuba con el fin de probarme en otro béisbol y triunfar como alguna vez hice en mi propio país. Voy a dar lo mejor de mí y voy a trabajar incansablemente y esperar con ansías mi oportunidad. Mi equipo y sus dirigentes tienen esa última decisión, por mi parte voy a luchar con todo”.

El apodado “Grillo” debutó en Grandes Ligas la temporada de 2014. Allí disputó 22 juegos y bateó para .195 de average. Arruebarrena protagonizó una enconada pelea mientras disputaba un choque de Triple-A con la sucursal de L.A, Alburquerque Isotopes.
El 21 de mayo de 2015, Arruebarrena fue suspendido por toda la temporada debido a incumplimientos de su contrato. La franquicia angelina lo inactivó del roster de 40 de MLB durante el invierno de 2014 y en mayo de 2015 acababa la temporada para el talentoso infielder tras problemas de disciplina.

“Siempre tenemos que mejorar y crecer, estamos en un mundo muy rápido y moderno y todos los días se aprenden cosas nuevas”.
Arruebarrena no se esconde y lucha desactivar las alarmas sobre su valor como beisbolista. Él puede recuperar el tiempo perdido, así como los desencuentros que imposibilitaron que se estableciera. Su bate siempre ha ido en ascenso y su nivel como defensor es nivel guante de oro.
El cienfueguero se sacrifica y trabaja constantemente. Su futuro no admite más incógnitas. Nunca es demasiado tarde para volver. Él aún tiene esa oportunidad en sus manos.

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