LOS REPITENTES DE LA LOMITA.

Hoy complaceremos a varios lectores que nos han solicitado datos sobre los atletas escogidos para reforzar a los seis equipos sobrevivientes

Freddy Asiel por reivindicarse con Industriales. Foto Calixto N. Llanes 

Publicado: Miércoles 01 noviembre 2017 | 12:30:42 AM

Por:Benigno Daquita

       Norland Rosendo

Mientras el campeón entró desbocado en los puestos de play off apenas empezó la segunda ronda, Industriales ha perdido un poco de autoridad en la temporada actual de la pelota cubana, aunque mantiene el liderazgo en la tabla de posiciones. A la par que eso sucede en los terrenos, en las gradas aún se habla de los refuerzos y todo el mundo se hace la misma pregunta: ¿qué hizo Víctor Mesa que lo sancionaron una subserie?

Comoquiera que los juegos son por la noche y el implacable horario de cierre de nuestro periódico no nos deja esperar a que concluyan para comentarlos, complaceremos a varios lectores que nos han solicitado datos sobre los atletas escogidos para reforzar a los seis equipos sobrevivientes. No nos referiremos a su actuación en esta campaña, pues de hecho se ha escrito bastante, sino a cómo se han comportado en las ediciones anteriores vistiendo otros trajes.

Analicemos los lanzadores. Sin sumar los números de este torneo, en el cómputo general los «importados» han ganado apenas un juego más que los perdidos (234-233) con 96 salvados.

De los seis elencos, solo Matanzas puede blasonar del aporte de los pitchers «extranjeros», Artemisa ni ríe ni llora, y los demás tienen más abultado el casillero de las derrotas (ver tabla 1).

En total, 83 serpentineros han servido de refuerzos desde que se instauró el sistema de blindaje a partir del segundo tramo. Ahora, siete repiten (ver tabla 2), y nueve debutan. No es que aguas pasadas muevan la pelota, pero los referentes siempre ayudan para establecer tendencias y hacer valoraciones en un deporte que semeja un océano de estadísticas añejas y modernas.

Antes de anoche, seis de los repitentes se habían encaramado ya en el montículo y registraban balance global de 3-3. Alain Sánchez y Ulfrido García rindieron los dividendos esperados por Carlos Martí, y Dachel Duquesne también complació a Víctor Figueroa. Sin embargo, Vladimir García no tuvo la puntería deseada por los Cazadores, y los rugidos de Freddy Asiel Álvarez y Wilber Pérez  quedaron por debajo de cómo debe hacerlo un rey de la selva. 

Tan joven y ya el zurdo Ulfrido García es el que más victorias tiene de los siete. Par de temporadas sirviendo a los intereses de otros elencos (ya estuvo una vez con Granma), lo dotan de experiencia para adaptarse rápido. Si no, pregúntenles a los bateadores de Industriales que apenas le pudieron conectar cuatro hits sin anotarle en el juego del lunes.   

Del septeto dos se mantienen invictos en «nave ajena», pero en sentidos contrarios. El avileño Dachel Duquesne, ahora Cocodrilo, llegó a su tercera victoria como refuerzo, mientras el pinero Wilber Pérez, vestido este año de León, encajó su cuarto revés al hilo.

El segundo tramo está prácticamente comenzando, pero 45 juegos son tan pocos que puede suceder de todo sin tiempo para recuperarse y los refuerzos pujan por un papel de protagonista, aunque estén en escenario ajeno.

¿Y sobre Víctor…? La Dirección Nacional de Béisbol se pronunció ayer. La nota, que no aclara todo lo que debería y que tampoco porta algún mensaje que justificara tanta demora sabiendo de antemano la avalancha de rumores que iba a generar el asunto, informa «a nuestra afición que la sanción aplicada al director de Industriales, Víctor Mesa Martínez, se debió a una indisciplina cometida en el hotel Bella Habana, perteneciente a la cadena Islazul.

«El incidente, en el que se vio involucrado Mesa Martínez y uno de los encargados de seguridad de la instalación, se produjo en la noche del pasado jueves, tras concluir el primer partido de la subserie que Industriales jugó ante Pinar del Río en el estadio Latinoamericano».

Queda una última reflexión y ojalá sirva de moraleja: los secretismos y las bolas escondidas solo sirven para ponchar la credibilidad de la Comisión Nacional de Béisbol y tampoco benefician a Víctor Mesa, ni a ningún otro en su lugar. Con la verdad, las especulaciones hubiesen sido las ponchadas desde el primer inning de este «juego».