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Despojo a Guillermo Rigondeaux de su título resulta una condena demasiado fuerte

GUILLERMO RIGONDEAUX entra al ring para su pelea contra Lomachenko el 9 de diciembre en Nueva York. Steven Ryan Getty Images.

Por:Jorge Ebro.

13/12/2017.

No habrá peor castigo para Guillermo Rigondeaux que decirle adiós a su última faja de campeón. La Asociación Mundial del Boxeo pretende continuar en firme con su plan de arrebatarle la corona y condenarlo al ostracismo de un sistema de clasificaciones injusto y muchas veces irrelevante.
De hecho, la AMB pretende elevar al puesto de campeón al ganador entre Daniel Román y Moisés Flores, este último el mismo rival de su pelea antes de Vasyl Lomachenko, ese que fuera derrotado por nocaut antes de revertirse el veredicto a no contest por golpes lanzados después del sonido de la campana.
Si Flores tiene madera de campeón, yo seré el primer cosmonauta en la conquista de Marte. Más allá del malestar provocado por la actuación de Rigondeaux en su derrota por abandono en el sexto asalto, nada justifica esta acción del organismo, que bien pudo haber tomado otro camino más sabio y justo.
Alega el presidente de la AMB, Gilberto Mendoza, que a Rigondeaux se le había concedido un permiso especial para saltar dos divisiones y chocar contra Lomachenko, a sabiendas que dejaba en el aire una revancha obligatoria contra Flores.
Mendoza le advirtió al titular cubano que de perder sería despojado de su cinturón y lo hizo cuando ya las conversaciones estaban avanzadas, cuando ya la maquinaria de la pelea estaba en plena marcha y no había posibilidad de dar marcha atrás. O al menos, no fueron claros desde el primer día.
¿Por qué no permitir que Rigondeaux baje a su peso normal de las 122 libras y entonces realice la revancha contra Flores? Una revancha, por cierto, que nadie quiere ver, que ninguna televisora compraría y no despierta ni sospechas en los aficionados. Pero bien, ya que era obligatoria, pues a hacerla.
No es primera vez que a un púgil se le permite saltarse un oponente en el ranking o subir o bajar de peso para ir en busca de otro rival. La misma AMB había permitido que el cubano Luis Ortiz pasara por encima de Bermane Stiverne para enfrentar al campeón Deontay Wilder, a decenas de campeones se les han dado permisos para realizar defensas opcionales antes de las obligatorias.
Durante mucho tiempo, la AMB ha sido la organización más desordenada, la que más campeones interinos tenía, creando confusión en los aficionados. Prueba número uno: Ramón es el campeón regular y Flores el interino. Rigondeaux era el campeón lineal. El pollo del arroz con pollo sin arroz.
Gane quien gane entre estos dos, sumados a Rey Vargas por el Consejo Mundial y Ryosuke Iwasa por la Federación Internacional y Jessie Magdaleno por la Organización Mundial, entre todos ellos no hacen un buen Guillermo Rigondeaux, pero este deporte está como está, en parte, por el accionar de estos organismos.
La pregunta es, entonces, qué será de la carrera de Rigondeaux sin su faja, sin ese mecanismo promocional para vender peleas y provocar algo de ilusión. Tal vez ahora la idea de ir contra Lomachenko sea vista mediante otro prisma, uno más oscuro y preocupante.
Rigondeaux ha dicho que no tendría problemas en volver a su división y coronarse nuevamente. Si esas palabras obraran el milagro…

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