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Doce apuestas de campeonato

Alta demanda de lanzadores y de jugadores de experiencia marcó la última selección de refuerzos de la 57 Serie. Ya la mesa está servida para una postemporada que promete paridad y nervios.

Víctor Mesa fue uno de los que mejor cubrió las necesidades de su conjunto. Foto: Ricardo López Hevia
Por:Aliet Arzola.
28/12/2017.

En una noche con varias sorpresas, marcada por la firme apuesta por jugadores experimentados en nuestros clásicos beisboleros, transitó la última selección de los refuerzos de la 57 Serie Nacional, que a partir del venidero 4 de enero vivirá su fase decisiva con unos play off que prometen ser electrizantes.
Mil variantes estaban en la cabeza de aficionados, periodistas y los propios managers, pero muy pocas tenían como quinto pedido al avileño Raúl González, y tampoco muchos contaban con la solicitud del tirador derecho Yosvany Torres, dos hombres con experiencia en escuadras nacionales, pero muy por debajo de su rendimiento en el tramo final de la campaña.
Sin embargo, el ajedrez de los managers determinó el movimiento de las piezas, que a la postre se alinearon en dependencia de las necesidades de Matanzas, Las Tunas, Industriales y Granma, las cuatro novenas que pugnarán por el título de Cuba. A continuación, repasamos en profundidad la selección de cada conjunto.










Figueroa sobre su selección: «Me quitaron atletas que tenía en mente, pero me siento satisfecho. Lahera es un lanzador con historia, campeón con Granma y Ciego de Ávila, que me puede ayudar atrás, mientras Torres puede funcionar en cualquier rol. A Cepeda todos lo conocen por ser un bateador sólido, con experiencia, que desde el punto de vista psicológico también será un gran apoyo.»
Lo que pensamos nosotros: Siempre tuve en mente que los Cocodrilos se decantarían por Vladimir García o Vladimir Baños en primera instancia, pero Figueroa y el cuerpo de dirección matancero apostó por Miguel Lahera, otro tirador de experiencia y capaz de desempeñarse en cualquier rol.
Del artemiseño causa cierta duda su poca carga de trabajo en la presente serie, en la cual estuvo afectado por una lesión tras su regreso de la Liga Canam. Sin embargo, Lahera tiene una ética de trabajo impecable, es un devorador de entradas nato con una disposición notable, por lo que puede convertirse en un caballo de batalla con los Cocodrilos.
Es muy probable que salga del bullpen, junto con Jonder Martínez, quien dejará su puesto en la rotación, y Javier Mirabal, un trío que limitará la carga de trabajo de los abridores yumurinos.
En cuanto a Cepeda, me entusiasma la idea de verlo batear por delante de Osvaldo Vázquez y Yurisbel Gracial, cuarto y quinto en el orden matancero. El espirituano se embasó más de la mitad de las veces que se paró en el cajón durante el campeonato, amparado en los 109 boletos que recibió, pero nunca tuvo detrás a dos hombres productivos que cumplieran el rol de limpiabases. Eso puede cambiar en los Cocodrilos.
Por último, Figueroa sorprendió con Yosvany Torres, quien ha tenido una de sus peores relaciones de boletos por cada nueve entradas en los últimos años, detalle muy preocupante para un lanzador de tanto control. No obstante, volvió a superar el centenar de capítulos trabajados y mejoró su tasa de rodados (65.8%) respecto al 2010 y 2013, cuando logró los mayores registros de victoria de su carrera.

Civil sobre su selección: «Estoy conforme con la selección. Pensamos en Misael Villa, pero nos lo llevaron en el camino y apostamos al final por Cousín, joven talentoso que nos da mayor profundidad en el cuerpo de lanzadores junto a la experiencia de Baños y José Ángel. Muchos apostaron por escoger un bateador, pero nuestra ofensiva es dura y no pensamos que ahora no vaya a responder.»
Lo que pensamos nosotros: Con los Leñadores se cumplieron bastante las predicciones, pues se decantaron pronto por la calidad de Baños y la sangre fría de José Ángel. Sin embargo, sorprendió un tanto que no fueran en busca de otro bateador, el cual, en honor a la verdad, no creo que necesiten mucho.
Los tuneros han contado con una ofensiva brutal durante todo el año, un ataque que no ha disminuido su poder ni su producción de carreras, por lo que, como bien dice Civil, es totalmente justificado dejar el orden al bate con los mismos elementos y buscar profundidad en su staff.
El objetivo se cumplió en toda la línea, porque adquirieron un abridor de gran nivel como Baños, hermético en sus salidas de la segunda fase y sin tanta carga en el brazo, pues estuvo fuera la primera ronda por lesión. Además, se llevaron a José Ángel García, líder histórico en salvamentos y también puntero en esta campaña, con 20 rescates que resultaron determinantes en el quinto lugar de los Cazadores.
Por último, pidieron al agramontino Yosimar Cousín, un auténtico comodín, pues puede lanzar de abridor y de relevista. Quizás este último sea su rol con los Leñadores, que cuentan con abridores de impacto como Baños y Yoelkis Cruz, máximo ganador de la presente lid. Además, cuentan con Yariel Rodríguez y el zurdo Luis Ángel Gómez, quien permitió solo tres carreras a Industriales, el rival de semifinales, durante 20.2 entradas de labor.
Si los Leñadores ya salían con el cartel de favoritos frente a los Leones, puede decirse que ahora mantienen cierta ventaja, pero no tanta como se pensaba, porque los capitalinos se armaron hasta los dientes con su pitcheo.

Mesa sobre su selección: «Nos llegó la oportunidad de pedir a Vladimir García y no dudamos. Valoramos incluir un impulsador, pero las opciones que traíamos las pidieron antes y apostamos por los lanzadores. Con los abridores tuvimos problemas y ahora disponemos de tres brazos sólidos que tendrán protagonismo. Nuestro primer abridor será Freddy Asiel Álvarez y seguiremos con Casanova o Vladimir.»
Lo que pensamos nosotros: Aunque no lo dijo públicamente, al parecer el mentor de los capitalinos estaba en busca de Yordan Manduley, pero la necesidad de reforzarse con un as y la oportunidad de que le llegaran Vladimir García y Erlis Casanova aplacó el deseo de llevarse al torpedero holguinero o a cualquier otro bateador.
La selección del 32, a priori, es acertada, probablemente la mejor de los cuatro contendientes de acuerdo a las necesidades azules, pero como él mismo nos explicó, nunca se sabe cuán efectivo son los refuerzos hasta que no salen al terreno. Por nombre, sus tres selecciones prometen, aunque un detalle negativo los une: no tuvieron una buena segunda fase.
Ni Vladimir, ni Casanova, ni Villa, culminaron con guarismos positivos en la ronda élite. El zurdo duplicó su cantidad de boletos en menos entradas de actuación, mientras a Casanova el promedio oponente le subió más de 80 puntos (203 en la primera fase a 289 en la segunda), situación parecida a la del avileño, a quien le batearon para 314.
No obstante, Vladimir y Erlis han estado en finales recientemente, mientras Villa ya probó la presión de los partidos de vida o muerte en los choques de comodín contra los Tigres de Roger Machado, en los que tuvo una salida pésima de abridor (solo un tercio de actuación) y un relevo hermético que, a la postre, dio el pase de los Cazadores a los seis grandes del campeonato.
Está por ver cuál es la disposición que Víctor Mesa determina con sus nuevas piezas, pero considero que se encuentra en mejores condiciones de pelear contra los Leñadores por avanzar a la final.
Carlos Martí sobre su selección: «Generalmente se piden lanzadores, pero tenemos un cuerpo de abridores de buen nivel, y ahora nos consolidamos con Raidel Martínez, quien será relevista junto con Yosver Zulueta. Tratamos de fortalecer la parte izquierda del infield, como el año pasado. La selección de Raúl González está fundamentada en su versátil tanto defensiva como ofensivamente.»
Lo que pensamos nosotros: Siempre supusimos que Yordan Manduley acabaría de nuevo con los Alazanes, pero pensamos que estaría acompañado por dos lanzadores. Sin embargo, Carlos Martí, veterano de mil campañas, decidió reforzar más su infield, específicamente con Raúl González, quien seguramente defenderá en tercera base.
En esa posición los granmenses tuvieron durante buena parte de la temporada a Osvaldo Abreu, fildeador aceptable de la esquina caliente y bate sólido, pero muy propenso a las lesiones. Quizás por eso, y por los problemas de Lázaro Cedeño al campo, Martí se decantó por el avileño, utility que puede cubrir varios espacios.
Pero, Raúl fue un desastre con mayúsculas en la segunda fase. Con la camiseta de Pinar del Río se vio otro jugador, sin poder ofensivo y errático en defensa, al punto de cometer diez marfiladas entre la intermedia y el campo corto. Al bate, pegó tres extrabases, anotó solo ocho carreras y remolcó una decena, nada que ver con sus 15 extrabases (siete jonrones), 35 anotadas y 27 impulsadas de la primera fase.
La esperanza del alto mando de los actuales monarcas es que Raúl González saque su mejor versión, esa que tanto ha contribuido en los campeonatos de los Tigres en el último lustro.
Por último, acertada la decisión de pedir a Raidel Martínez, quien increíblemente le pasó por delante a todos los demás y llegó a las manos de Carlos Martí para completar la docena de refuerzos. El joven vueltabajero tiene poder y conformará una dupla sólida con Yosver Zulueta en el bullpen, aunque cualquiera de los dos puede asumir de abridor si es necesario.


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