Encuentran en La Habana posibles restos del pelotero cubano Cristóbal Torriente
Por:Dora Pérez Sáez.
2/2/2018.
Los posibles restos del pelotero cubano Cristóbal Torriente, uno de los más grandes de la historia del béisbol del siglo XX, han sido encontrados en el cementerio de Colón, en La Habana, luego de años de búsqueda, informó un reportaje de la televisión cubana.
El deportista, nacido en Cienfuegos en 1893, jugó durante doce temporadas en la Liga Profesional Cubana, e integró con gran éxito las Ligas Independientes de Color en los Estados Unidos en ciudades como Chicago, Kansas y Detroit.
Era jardinero y bateador zurdo. Después de retirarse, en la década del 30, se marchó a Nueva York, donde murió con apenas 43 años en el antiguo hospital Riverside, hoy abandonado. El alcohol y la tuberculosis lo llevaron a la muerte, en la más absoluta pobreza. Fue enterrado en una fosa común del cementerio de Calvary, en Queens, Nueva York, junto a otros 16 cuerpos.
Aunque siempre circularon rumores de que sus restos habían sido llevados a Cuba, nunca se encontraron pruebas de ello. Hasta que una investigación del doctor Oscar Fernández acerca de los peloteros enterrados en la necrópolis de Colón, encontró sus despojos.
El próximo paso será realizar pruebas de similitud morfológicas entre el cráneo y las fotos del pelotero, comprobar si los huesos hallados tienen vestigios de tuberculosis, y si la última de sus descendientes viva tiene un vínculo de sangre con él, para efectuar un examen de ADN.
De certificarse que efectivamente son los restos de Torriente, vendría una investigación para conocer las circunstancias de su traslado a Cuba. Las autoridades quieren tener los hechos claros el 11 de abril, cuando se cumplen 80 años de su muerte.
2/2/2018.
Los posibles restos del pelotero cubano Cristóbal Torriente, uno de los más grandes de la historia del béisbol del siglo XX, han sido encontrados en el cementerio de Colón, en La Habana, luego de años de búsqueda, informó un reportaje de la televisión cubana.
El deportista, nacido en Cienfuegos en 1893, jugó durante doce temporadas en la Liga Profesional Cubana, e integró con gran éxito las Ligas Independientes de Color en los Estados Unidos en ciudades como Chicago, Kansas y Detroit.
Era jardinero y bateador zurdo. Después de retirarse, en la década del 30, se marchó a Nueva York, donde murió con apenas 43 años en el antiguo hospital Riverside, hoy abandonado. El alcohol y la tuberculosis lo llevaron a la muerte, en la más absoluta pobreza. Fue enterrado en una fosa común del cementerio de Calvary, en Queens, Nueva York, junto a otros 16 cuerpos.
Aunque siempre circularon rumores de que sus restos habían sido llevados a Cuba, nunca se encontraron pruebas de ello. Hasta que una investigación del doctor Oscar Fernández acerca de los peloteros enterrados en la necrópolis de Colón, encontró sus despojos.
El próximo paso será realizar pruebas de similitud morfológicas entre el cráneo y las fotos del pelotero, comprobar si los huesos hallados tienen vestigios de tuberculosis, y si la última de sus descendientes viva tiene un vínculo de sangre con él, para efectuar un examen de ADN.
De certificarse que efectivamente son los restos de Torriente, vendría una investigación para conocer las circunstancias de su traslado a Cuba. Las autoridades quieren tener los hechos claros el 11 de abril, cuando se cumplen 80 años de su muerte.
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