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César Valdés: “La Escuela Nacional de Árbitros cerró por capricho de alguien”

Por Boris Luis Cabrera.


Entrevistar a César Valdés es como meterse en la boca de los dioses beisboleros, en ese mundo donde se venera a este deporte como algo puro y sagrado, donde se va a misa todos los días y nuestros ídolos son inmortales que vagan por las calles contando historias de increíbles victorias.

César, ese guajiro de San Juan de los Yeras, que a sus 47 años se retiró de súbito de los terrenos donde impartió justicia por más de dos décadas, vive ahí después de convertirse en el más alto exponente de esa profesión en el país, y de participar en un Clásico Mundial, dos Juegos Olímpicos y cinco Campeonatos del Mundo.

Conversar con este hombre con nombre de emperador romano que conquistó territorios en los corazones de los aficionados al béisbol por su profesionalidad, su energía detrás del plato, sus criterios fuertes, y su sinceridad a toda costa; es un privilegio que no muchos tendrán en esta vida.

La noticia de su regreso nos sacudió a todos, convencidos que, para librar la batalla por el rescate de nuestro deporte nacional, hacen faltan hombres como como él que estén dispuestos a ponerle el pecho a las balas e inmolarse en el campo si fuera necesario.

“El nuevo comisionado nacional, Juan Reinaldo Pérez, en conversación conmigo me pidió regresar para ayudar, y aquí estamos para lo que haga falta”, declaró Luis César Valdés a Play-Off Magazine.

“Por el momento estoy en Matanzas chequeando los grupos que por aquí pasan. Ya comencé ahora con el inicio de la Serie y más adelante estaré dispuesto a todo lo que haga falta y echar hacia adelante. Hay mucho que hacer”, agrega.

Antes de comenzar la batería de preguntas y respuestas, César Valés dejó claro que jamás volverá a vestirse de negro sobre la arcilla, una esperanza que muchos albergamos desde hace años:

“No, yo me retiré y lo hice bien en mi pueblo, con mi gente, con mis guajiros, y como árbitro no hay más esa posibilidad. Por lo tanto, esa fase está terminada, pienso que estoy muy satisfecho por lo que ocurrió en toda mi carrera”

Aunque en muchas entrevistas diste explicaciones por tu temprano retiro de los terrenos, aún no queda claro los motivos de esa decisión. ¿Qué pasó realmente?

“Realmente en eso incidieron varias cosas. No es menos cierto que la enfermedad de mi padre fue fundamental, pero por otra parte yo estaba muy decepcionado con los problemas que había en la Comisión Nacional, por los caprichos, y por las malas decisiones que afectaban al béisbol y que no había forma de que se entendiera que eso en un futuro lo íbamos a pagar bien caro”.

César Valdés es un hombre de béisbol de los pies a la cabeza. ¿Cómo se puede soportar estar alejado de este deporte teniendo en cuenta tu historia y conocimientos?

“Es bien duro para cualquier trabajador, para cualquier persona, ver cómo se destruye todo lo que con tremendo sacrificio y amor se cultivó durante tantos años, para que el béisbol estuviera en planos estelares, y ver que todo se derrumbaba delante de nuestros ojos y no éramos capaces de tomar medidas para poder frenar eso. Así es como se sufre fuera del trabajo que uno ama y quiere”.

¿Cuándo te picó el bichito del arbitraje?

“Eso fue porque yo jugaba al béisbol y me lesioné en el brazo y entonces varios amigos me fueron incluyendo en la actividad y cuando tú vas a hacer algo pienso que tienes que ponerle todo el interés del mundo y así le cogí amor a esto. Ha sido muy fuerte el amor que le tengo al arbitraje”.

Tuviste un ascenso muy rápido en tu carrera de árbitro. ¿A qué le atribuyes eso?

“La verdad que caminé muy rápido. Pasé de ser cuarto hombre a jefe de grupo en cuatro años, cosa que no es usual, pero también tengo que agradecerles a los profesores que yo tuve y me enseñaron todo para que no se me olvidara nunca. No sé emprender una tarea que no la cumpla a cabalidad y con todo el amor del mundo. Por eso creo que mi ascenso fue tan rápido”. 

¿Cuánto necesita el arbitraje estar separado de la Comisión Nacional? ¿Qué beneficios tendría ser una entidad independiente?

“Eso está demostrado en el mundo. Los árbitros tienen que ser independientes, pero también te digo que pudiera funcionar así cuando hay respeto, cuando hay profesionalidad, cuando cada quién tiene que hacer desde su puesto de trabajo lo que le toca y no inmiscuirse los que piensan que saben de todo porque realmente para ser un profesional y hacer un trabajo excelente hay que ocuparse de lo que le toca a cada uno”, reconoció César Valdés.

“El arbitraje es una pequeña empresa, lleva de todo, y tienen que estar gente que lo conocen, que lo sufrieron, y que lo aman. Tienen que ver el béisbol desde otro punto de vista, aunque sean hermanos de sangre”.

¿En qué punto se encuentra ahora mismo el arbitraje cubano?

“Se creó la escuela de arbitraje y desapareció por capricho de alguien. Eso era una de las cosas más lindas y más profesionales que se han hecho. Era algo grande para el béisbol que hoy desgraciadamente no la tenemos. Eso era para el beneficio de los árbitros”.

“Me duele mucho lo que ha sucedido, sin escuela, sin una continuidad, sin una buena supervisión, creo que han hecho demasiado y hay que trabajar muy fuerte para recuperar todo y que nos salga mejor, porque estoy seguro que se puede. Para eso tenemos que unirnos y hablar el mismo idioma”.

“Aquí tengo que aclarar algo para que lo sepa todo el mundo. Las relaciones mías con Del Risco son buenas, excelentes, no hay ningún problema, todo lo contrario. Él no es el causante de nada ni ha tenido nada que ver con mi carrera profesional ni con lo que sucedió en mi vida, por lo tanto, hay que tirar palante porque esto no es de una sola persona, esto es de un pueblo entero que está esperando que el béisbol vuelva a ser lo que era”.

¿Por qué se cerró la Escuela nacional de árbitros que dirigiste?

“Es una pregunta que me llega al alma y al corazón. Eso fue algo que soñaron durante 50 años los árbitros que me antecedieron. Se pedía a gritos ayudar al arbitraje cubano con una escuela y se logró crearla y estabilizarla gracias a la provincia Villa Clara, y en un abrir y cerrar de ojos sin pensar en la gente, sin pensar en Cuba, sin pensar en todo lo que eso había beneficiado a los jueces cubanos, la cierran por un capricho y por una falta de respeto y eso lo estamos pagando hoy”.

“Con el dolor de mi alma se los digo, fue una de las peores decisiones que se han tomado y tenemos que sufrir sus consecuencias, pero lucharemos y la recuperaremos, de eso que lo quepa la menor duda a nadie”.

¿Qué pasó con aquella función que te dieron de director provincial de béisbol en Villa Clara que muchos acogieron con entusiasmo?

“Esa tarea ahí frente al béisbol en la provincia tenía un objetivo: ganar en disciplina, tratar de volver a luchar para recuperar lo perdido, porque se fue a la deriva en un momento, y pienso que le puse alma, corazón, y vida a esa actividad, pero como todo, fue por un tiempo y cuando todo se recuperó, terminó. Ahí está funcionando Villa Clara mucho mejor, por lo tanto, se cumplió el objetivo.

¿Alguna vez recibiste ofertas para abandonar el país?

“He tenido la suerte de trabajar en varios países. He trabajado en Italia, en Japón, en China Taipéi, en Puerto Rico, y en mis últimas incursiones estuve en Panamá y Nicaragua, pero ofertas como tal solamente en Baltimore después de lo que ocurrió allí. Ellos viven de eso, de tratar de comprar todo lo que quieren, pero yo estoy aquí luchando con mi béisbol”.  

Han pasado casi 23 años de aquel famoso estrellón que diste en Baltimore ¿Crees que actuaste bien?

“Aquello que ocurrió allí en el estadio de Baltimore, lo he dicho en muchas ocasiones, fue doloroso para nosotros por toda la acogida que tuvimos allá, por las buenas atenciones que tenían con nosotros las autoridades y todos los habitantes de esa preciosa ciudad, pero aquel hombre nos dejó sin opciones”.

“Ese no fue el pueblo norteamericano, eso fue parte de todo este engranaje en contra de nuestro país que en cualquier circunstancia salen a relucir por donde quiera y bueno, yo traté de evitarlo, pero imposible. Por lo tanto, le dejo al pueblo que juzgué si actué mal o bien, pero en la vida a veces hay que tomar decisiones rápidas y esa fue la que yo tomé.

¿Aconsejas a los nuevos árbitros actuar así ante estas situaciones?

“Cuando pasan los años uno se da cuenta que la violencia no conduce a nada bueno. Todo lo que es con violencia tiene resultados que a veces te pueden herir o te pueden dañar de alguna manera. Estamos en la época que hay que sentarse, dialogar, y ponerse de acuerdo que para eso somos humanos, para eso tenemos raciocinio, para eso dirigimos un grupo de personas”, declaró César Valdés.

“El béisbol necesita de mucha conversación, de mucho oído, de muchas palabras de cualquier persona, desde los más viejos hasta los más jóvenes, los de las gradas, los que saben, y todo el que puede aportar. Con eso vamos a ganar todos y vamos a sufrir menos de lo que hemos sufrido en estos últimos años”.

Eres un hombre de mucha vergüenza. ¿Qué pasa cuando un árbitro se equivoca? ¿De qué manera pide disculpas por eso?

“Cuando un árbitro se equivoca y decide un juego de pelota créeme que el que más lo siente es él y las personas que lo quieren, porque también te digo que hay muchos que se alegran de esas equivocaciones. El que se ríe de otro y lo juzga por una equivocación la de él viene caminando”.

“Realmente a los árbitros si les duele equivocarse y definir un juego, por lo tanto, mis respetos, mi cariño, y mi apoyo, para todos aquellos que han pasado por esos momentos y por el que todos tenemos que pasar porque somos humanos y nos equivocamos. El que crea que no es así que se mude para otro bando, porque eso está presente todos los días en el béisbol y en todos los ámbitos de la vida”.

“Ahora tenemos una cosa grande que es la tecnología y las equivocaciones diarias serán menos, las repeticiones dan por terminadas las discusiones y cada día hay menos juegos que se decidan por una mala apreciación. Por eso los nuevos árbitros no sufrirán todo lo que sufrimos nosotros, porque aquellos tiempos sin replay eran muy duros e incómodos. Por eso hay que luchar para que siga avanzando la tecnología porque eso es siempre para bien del ser humano”. 

Quedan para la historia algunas expulsiones famosas que hiciste en los juegos de béisbol. Sin embargo, tú récord de expulsiones a pesar de tu carácter no es alto. ¿Eso a que se debió?

“Como te dije antes yo tuve una evolución rápida. En los primeros dos años expulsé varios atletas, pero te digo con toda honestidad que después que se estabilizó mi nombre y mi arbitraje, sacando cuentas con mi hermano el estadístico Carlos del Pino, por mucho soy uno de los que menos ha expulsado atletas en nuestro país”.

“En eventos internacionales que me recuerde ahora, expulsé a Tommy Lasorda en unos Juegos Olímpicos, el mánager norteamericano que dirigió en Grandes Ligas. Fue por una falta de respeto que cometió al criticarme como cubano y no como árbitro, y eso no se lo pude permitir y lo expulsé. Por lo demás creo que no hay que botar para implantar respeto, hay que trabajar”.

¿Qué peloteros o mánagers fueron más complicados para ti dentro de un terreno de béisbol cuando arbitrabas?

“Esa pregunta la responden los árbitros por unanimidad. Para nadie es un secreto que Víctor Mesa fue el hombre con el que había que trabajar fino, por su temperamento, explosividad, y porque era así dentro del terreno de pelota. Ese fue el manager y el jugador con el que era más duro trabajar”.

¿Después de aquel famoso incidente donde tuviste que expulsar a Víctor Mesa por sus palabras acerca de tu padre, pudieron zanjar aquellas diferencias?

“Créeme que en ese incidente con Víctor yo estoy convencido que fui, soy, y seré, quién más lo ha sufrido por dos razones muy grandes, una porque él no sabe el aprecio y el cariño que yo le tenía. Víctor para mí era un ídolo, un amigo y un hermano. No por nada del béisbol, sino por cómo se portó con toda mi familia y conmigo en momentos duros y difíciles y eso lo digo por primera vez, pero lo sabe mucha gente”.

“Lo que dijo aquel día yo estoy convencido ahora con la cabeza fría que a lo mejor lo hizo para molestarme o para sacarme de mis cabales, pero lo que yo tenía con mi padre y lo que pasé con él, sólo lo sé yo. Ahí mismo enterró la amistad y eso no va a existir nunca más. Desgraciadamente cada vez que me viene el tema a la mente me acuerdo de mi papá muriéndose, me llega al alma. No me salen las palabras para decir esto, discúlpame”. 

Me gustaría saber tu opinión sobre un equipo Cuba donde pudieran jugar los peloteros de la MLB o de otras ligas profesionales.

“El Comandante en Jefe, nuestro líder Fidel, dijo una frase que es para la historia: hay que cambiar todo lo que debe ser cambiado. Estoy convencido que esos atletas que están por todo el mundo quieren a Cuba y la defienden porque eso lo llevan en la sangre y eso nadie lo puede quitar”.

“Todos tenemos hijos y de alguna manera o de otra piensan diferente a uno y no por eso los vamos a borrar de la faz de la tierra. Tenemos que sentarnos a escuchar todas las partes y tratar que esos que andan por el mundo poniendo el nombre de Cuba en alto, también tengan la posibilidad de representar esas cuatro letras como Dios manda y que el mundo sepa que este país hizo a esos atletas con sus propios recursos y con sus propias posibilidades. A Cuba hay que quererla, por eso hay que defenderla”.

¿Crees que eso crearía conflicto con los que están aquí?

“Estoy seguro que no. Los que están aquí también quieren probarse en otras ligas. Todo el mundo tiene deseos de poder jugar al máximo nivel, decir lo contrario es meternos mentiras entre nosotros”.

“Los de aquí y los de allá todos somos iguales, somos cubanos y eso está claro. Tienen que jugar unos y otros no. En un equipo solo juegan nueve y nada más van 25, así que cuando se escojan, estamos convencidos que serán los mejores los que van a representar a un país que ha estado siempre a la vanguardia del béisbol en el mundo y que hoy no lo está”.

“Por eso hay que poner a Cuba en su lugar, tienen que respetarnos todos esos que nos han ganado últimamente que nunca lo podían hacer, por eso es seria la tarea que tenemos, muy seria”.

¿Alguna vez tuviste problemas por tener amistad con peloteros que abandonaron el país?

“Tuve la posibilidad de conocer y tratar a todos por igual. A mí nunca me han dicho nada, eso no me afecta ni me afectará porque mis convicciones las llevo yo y son mías, no me las cambia nadie por ningún concepto. El que está preparado y convencido que lo hace es lo que siente, nada lo puede cambiar. Por lo tanto, conmigo no hay nada de eso”.

¿Cuál sería la fórmula de César Valdés para elevar el nivel del béisbol cubano y recuperar las victorias en arenas internacionales?

“Trabajar, no hablar tanto ni decir tantas mentiras, conseguir a los mejores técnicos de nuestro béisbol que no están aquí, unificar criterios de mucha gente, del pueblo, y de todos los lugares del mundo”.

“Hay que trabajar y llenar de implementos los barrios, los estadios, los bateyes; que haya pelotas, guantes, bates, y todas esas cosas que se han ido perdiendo, que las hemos ido dejando. Todo esto ha incidido para que el béisbol esté sin cabeza porque todo lo que usted va dejando atrás se queda y no se recupera. Si no hay un levantón entre todos juntos, no vamos a poder logarlo. Por eso hay que trabajar y unirse para hacerlo entre todos, porque entre todos se puede lograr lo que uno quiere y eso está más que demostrado”.

“Llevamos muchos años sin podios y nos vamos a pasar muchos más si no nos ponemos las pilas. Tenemos que hacer algo para no irnos de los diez primeros países. Eso incluye sentarnos en una mesa, pensar y estudiar bien para no seguir inventando ni levantando falsas expectativas que no nos van a servir de nada”.

“Esa es la realidad, lo otro es mentira”.

¿Crees que Pedro Jova podrá llevar a Villa Clara a los Playoffs en esta Serie nacional 61?

“No me gusta dar criterios sobre los técnicos y sobre algo que es tan difícil en el béisbol que es pronosticar. Te voy a dar mi criterio personal porque siempre me gusta contestar concreto y decir lo que pienso:

Creo que no está bien escogida la dirección de ese equipo ni es el mismo equipo que él dirigió hace muchos años, ni son los mismos técnicos, por lo tanto, saque usted sus propias conclusiones porque la mía es que no”.

¿Qué te gustaría decirles a esos aficionados que siempre te respetaron y admiraron tu trabajo profesional?

“Le doy gracias a Dios y a todos mis santos por darme la posibilidad de regresar y de vivir este momento. Realmente no pensé que tenía tanta gente a mi favor, tantos admiradores, gente que me respeta, y que de alguna manera o de otra me han elogiado”.

“También al que no le caigo bien por alguna razón o porque por otras cosas de la vida no están de acuerdo conmigo, le mando un saludo porque ese pueblo es verdad que me ha respetado y seguido y por eso a partir de ahora pondré mi granito de arena igual que como comencé, igual que como llegué a ser el árbitro que fui, e igual que como lo he hecho hasta ahora: poniéndole alma, corazón, y vida, pero respetando al pueblo y respetándome a mí mismo, porque si no lo hago profesionalmente como lo siento no estuviera de vuelta”.

“Muchas gracias a ti por esta entrevista y a nuestro pueblo le digo que esperen que el béisbol si puede recuperarse. Con la ayuda y el apoyo de TODOS, seguro podremos avanzar. Que Dios bendiga a esta Cuba linda y que la cuide mucho”.

Tomado de PlayOff.

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