La esquina azul: Buscando el arca perdida

Por:Boris Luis Cabrera.

Juan.C.Torriente

Esta semana -al fin- comenzó nuestra Serie Nacional después de una larga espera motivada por la pandemia del nuevo coronavirus. Los Industriales de la capital salieron al ruedo del estadio 26 de Julio en busca del “arca perdida”, que no han podido encontrar desde aquella noche larga de abril de 2010, cuando vencieron en la final a Villa Clara en un partido de casi seis horas.

De aquellos guerreros solo queda activo el camarero Juan Carlos Torriente, convertido hoy en capitán, mientras otro de los legendarios, Alexander Mayeta, funge como entrenador de bateo del conjunto. Ambos, llevan en la sangre esas vivencias de campeones de las que tendrá que beber esta generación de felinos para escarbar en la arcilla, y encontrar esos tesoros que tanto anhela su fiel y exigente fanaticada.

En su debut, contra un aparente débil equipo de Artemisa que se crece en este tipo de duelos entre vecinos, dividieron honores en los dos partidos que pudieron enfrentar, y en apenas 20 entradas (el primero llegó a 11), mostraron algunas de sus carencias y varios de sus puntos fuertes para esta temporada.

Para encontrar el mapa que los guie a esas tierras donde se levantan trofeos y se toca la gloria con las manos, la tropa del timonel Guillermo Carmona no puede darse el lujo de cargar con ciertos números rojos en la espalda por toda la isla, más si tenemos en cuenta la tremenda paridad que existe hoy día en nuestros campeonatos domésticos, donde cada desafío tendrá un peso en el resultado final en esta etapa clasificatoria.

Dejar fríos en las almohadillas a 47 corredores de los 61 que encontraron en posición anotadora, cometer cinco errores en solo 96 lances (946 Ave), y realizar un corrido de bases muy infantil para este nivel, aunque esperemos que no sea la tónica en esta contienda, fueron los puntos más oscuros que pudimos ver desde la distancia.

Carmona, un hombre curtido por una vida entera dedicada a este deporte, tomó decisiones polémicas y temerarias en un planeta beisbolero donde todos saben o creen saber de estrategias de juego, y salió ileso, pero sabe que a falta de grandes jonroneros e impulsadores natos en su nómina, y con un staff de pitcheo que aunque promete, aún tiene que demostrar su calidad encima del box, las victorias no las traerán las cigüeñas envueltas en un trapo azul.

La temporada apenas está comenzando y la confianza que tienen los aficionados en esta versión industrialista es grande, a pesar de las grandes ausencias que todos conocen. Nuestra misión está en las gradas después de una campaña siguiéndolos desde nuestras casas. Nos vemos en el estadio.

Tomado de Tribuna de la Habana