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PABLO MIGUEL ABREU CASAÑAS.

Por Modesto Agüero





Uno de los grandes lanzadores zurdos de Cuba y no solo por su tamaño sino también por su calidad. Imaginese usted como bateador que enfrente tenga a un gigante de ébano de 1 metro y 90 centímetros de estatura, con una curva tan pronunciada que le rompe la cintura a los bateadores y una recta que oscila entre 95 y 96 millas. Bien difícil la tarea verdad. Bueno pués asi era cuando había que enfrentar al zurdo Pablo Miguel Abreu, también apodado como “Arma Letal”. Su presencia en el montículo era impresionante, sobre todo cuando levantaba el pie derecho para dar el paso al lanzar.

Nació el 23 de marzo de 1967. Como deportista su inicio no fue precisamente en el Béisbol, ya que era portero en el Fútbol. Según él mismo reveló en una entrevista, estaba en el terreno cuando le cayó una pelota de béisbol cerca y la devolvió con tal fuerza que eso bastó para que le vieran condiciones para jugar pelota.

No estuvo en la EIDE, comenzó a jugar pelota en el Municipio Playa a la edad de 9 años. En 1982 fue al campeonato nacional de 14-15, y de allí con 15 años integró el equipo Cuba al primer mundial juvenil en Barquisimeto, Venezuela. Por cierto Omar Linares integró ese equipo con 14 años.
En 1984 se lesionó el codo y no pudo ir al Campeonato Mundial Juvenil de Canadá. En 1985 asiste al Mundial Juvenil en Nueva York, donde es seleccionado MVP.

Pablo Miguel Abreu debutó como lanzador con el equipo Metropolitanos durante la XXIII Serie Nacional de Béisbol, jugando un total de doce campeonatos de Cuba entre este equipo y la novena de Industriales.

Pasa a Industriales en 1986 y se corona Campeón Nacional para los azules después de 12 años. Alli logra 8 victorias con 6 derrotas, 97 ponches (líder) y 2.67 Promedio de Carreras Limpias. Luego integra el equipo Habana a la Serie Selectiva. En resumen podemos afirmar que 1986 fue un año grande para Pablo Miguel, además asiste a los Juegos Centroamericanos en Santiago de los Caballeros (ganó un juego y logró PCL de 2.16) y el Campeonato Mundial de Holanda, (ganó un juego, repartió la increíble cifra de 35 ponches y tuvo PCL de 1.55, a la vez que integró el todos estrellas de ese torneo como mejor lanzador zurdo). Cuba ganó los dos Torneos.

En la siguiente Serie Nacional logra ponchar a 183 bateadores en 167.2 entradas. El propio Pablo Miguel dice que no salía a ponchar, sino a lanzar y disfrutar del juego. Fue líder en ponches propinados, con 97 en la XXV Serie Nacional (1985-86), y en la XIII Selectiva (1987), con 114.
Sobre su arma letal, la gran curva se la enseñó a tirar otra figura legendaria: “Guanabana” Quintana. Para mi una de las dos mejores curvas de un zurdo, que vi en la Serie Nacional, la otra la de Faustino Corrales, con el mayor respeto a otros formidables lanzadores de esa mano.

Pero sigamos con el año 1987 internacionalmente, los Juegos Panamericanos de Indianápolis. Pablo Miguel estuvo a punto de no hacer este conjunto, ya que Kindelán le bateó una línea que le partió la muñeca de su brazo derecho. Le retiraron el yeso, le lanzó a los boricuas a los que dejó en un hit, ayudado también por una tremenda atrapada de Víctor Mesa en el jardín central, que preservó la victoria. Luego vino un juego muy disputado contra los estadounidenses, con un triste recuerdo para el estelar zurdo cuando el segunda base Ty Griffith conectó jonrón para dejar a Cuba al campo. Su siguiente salida fué contra Nicaragua, al que le propinó 18 ponches. En los Panamericanos trabajó para 1, 04 PCL. El juego decisivo lo ganó Cuba.

Ese mismo año en la Copa Intercontinental 87 en La Habana, propina un juego de cero hit, cero carrera frente a México. En ese torneo “Arma Letal” ganó 3 juegos y fue factor importante de la victoria del conjunto cubano.

Cuantas veces vemos que las lesiones acaban con la carrera de un jugador, y en muchas ocasiones cuando está en la cima. Pablo Miguel Abreu sufrió una caída jugando como él mismo dice en un partido de cuatro esquinas, le pusieron un yeso incorrectamente y como dice el dicho “peor fue el remedio que la enfermedad”. El yeso debilita mucho y si éste se pone mal, el asunto se agrava. El estelar lanzador luchó contra esta adversidad, pero no pudo recuperarse del todo. Eso fué antes de la Copa Intercontinental de Puerto Rico (1989), último equipo Cuba que integró. Los dolores en el hombro desde entonces le persiguieron.

A fuerza de voluntad volvió con Metropolitanos en 1990 y en la siguiente Serie Nacional 1991-1992, con dolores y todo fue líder en juegos iniciados con 13, lo que demuestra que por encima de la salud de Pablo Miguel estaba el deseo de ganar por parte del cuerpo de dirección y sobre todo apoyados en la voluntad y el coraje del lanzador.

Era una temporada de 48 juegos y el zurdo abrió 13 equivalente a un 27% de los juegos de su equipo. Con los Metros se mantuvo hasta 1994, otro receso nuevamente y regresó con los Industriales para jugar en la serie XXXV (1995-96), su última. Después de eso vino el retiro obligado por la Federación de Béisbol, junto a un grupo de estelares, algo increíble.

En la época en que Pablo Miguel lanzaba se agudizó la rivalidad entre Oriente y La Habana y en uno de esos duelos el zurdo capitalino estaba dominando la poderosa artillería oriental. Todos disfrutaban en el Latino con cada ponche que propinaba. Sin embargo se pueden lograr hasta 27 outs y eso no ser suficiente, pues lo que vale son las carreras y Pablo Miguel ponchó a 17 bateadores y perdió ese juego.

El estelar zurdo lanzó durante 12 temporadas (la mayoría de ellas combatiendo el dolor), ganó 72 partidos y perdió 48 (600 de average salió a la lomita 169 veces, con 159 de ellas como abridor, tiró 964.2 innings, le batearon solamente para 244 y ponchó a 822 bateadores. Su promedio de carreras limpias fue de 3.62 y como aclaración, toda su carrera fue contra el bate de aluminio.
EN SERIES NACIONALES:
SN EL HP AVE CP CL K BB G P
12 964.2 863 244 440 388 822 531 72 48
Luego de su retiro del béisbol como jugador, ha sido un buen entrenador, funciones que realizó y realiza en varios países. Inicialmente sirvió de auxiliar de los Industriales en el período de 1997-2001, casi al mismo tiempo estuvo en Guatemala de 1998 a 2001. Luego se fue a Italia y allí entrenó a varios equipos de la Liga Italiana, entre ellos los tradicionales Nettuno, Parma, Caserta, además de Reggio Emilia, Colorno, Alguero, Olmedo y Collecchio. Igualmente ha prestado sus servicios en Rusia (antes de atacar a Ucrania), en la preparación del equipo nacional para el campeonato europeo de 2014. También ha laborado en México y en Miami, en este último conjuntamente con su amigo, el estelar Orlando “Duque” Hernández.

Antes de finalizar quiero que vean unas declaraciones de Pablo Miguel sobre los peloteros cubanos, estén donde estén las cuales comparto al 100 por ciento.
“Que un día los que estamos fuera y los que quedan dentro de Cuba, podamos jugar o sentarnos juntos en cualquier lugar de Cuba y que todo el pueblo cubano, de dentro y fuera, pueda ver a sus ídolos de todas las épocas. Yo nunca los olvidaré, ni a mis ídolos, ni al pueblo, dalo por seguro”.
Muchas felicidades en este día y que cumplas muchos más, a otro de los grandes del picheo cubano, lamentablemente perseguido por las lesiones.

Tomado de

Deportes por Modesto Agüero

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