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Desde el bullpen, corajudos del box

por Víctor Joaquín Ortega

El guapo no es valiente. Esa actitud no es coraje. Ni en el deporte ni en la vida. Y ocurren muchas acciones de este tipo en la 61 Serie Nacional de Béisbol, admiradas, defendidas, aplaudidas por algunos desgraciadamente.

De esa misma postura es la gritería llena de palabrotas, de ofensas, esgrimida por el fanatismo de las gradas. Desde el terreno, la aúpan los malos ejemplos.  

El fanático en cualquier renglón de la vida es un imbécil. En sus actitudes no hay amor verdadero ni respeto con su equipo. Tampoco a sí mismo.

Eso no tiene que ver con la picardía, cierta sabrosura, para sacar de concentración al contrario, si no se cae en el exceso. Yogui Berra, el cátcher de los Yankees de Nueva York, era un experto en estos lances.

En el boxeo no se quedó atrás en dicho sentido el entrenador cubano Alcides Sagarra. Siempre con inteligencia, con tacto. Hechos que nada tienen que ver con  los gestos guaposos, de autosuficiencia, burla contra los rivales, y las demasiadas protestas contra los árbitros.

Sin el coraje verdadero no se gana ni en el dominó o el parchís. Quien tenga técnica, fuerza, resistencia, si le tiemblan las piernas en el instante de la verdad, más bien el pecho, todo lo demás va al diablo. Ocurre en la pelota, en la lucha, en el pugilismo, el baloncesto, en cualquier trinchera de la existencia.

Coraje, amén de inteligencia, disposición, pasión y respeto al uniforme lo han mostrado diversos protagonistas del actual torneo del deporte nacional cubano. Por encima de las ricas estadísticas, sin ser un supersónico, ni poseer un físico extraordinario, el lanzador Andy Vargas se ha convertido en el paño de lágrimas de los Azules de Industriales.


Casi siempre este joven da la talla. Junto a sus cinco victorias y nueve rescates, suma bastantes entradas que, sin ir a sus numeritos galardonados, han mantenido el buen camino de quienes ocuparon el box anteriormente. Eso sí, me preocupa su demasiado uso. Pueden “quemarle” el brazo.


Menos mediático, ha brillado valiente y seguro el holguinero Michel Cabrera, participante decisivo en un 15 de los 34 triunfos de su conjunto al escribir estas líneas. En una entrevista publicada en Granma (14 de abril de 2022), muy bien titulada por Germán Veloz, su autor, El valor es una de las principales armas del relevista, resaltan los nueve éxitos y seis salvados del citado pitcher, tan consciente de su papel.


Ecuánime, Cabrera ha enfrentado y vencido incluso tormentas. En ello pesa su velocidad incrementada, el apoyo de los ejercicios con pesas, la incorporación de varios lanzamientos para no limitarse a las rectas de más de 90 millas, la disciplina y la entrega. Su lanza y su escudo son la valentía. Recientemente fue seleccionado el pelotero de la semana en todo el país.


Cabrera expresó a Veloz: “Enfrento esos momentos difíciles con mucho valor. Eso lo llevo de forma natural, desde que me formaba como atleta, pero lo he reforzado por convicción y porque los buenos entrenadores que he tenido lo inculcan”.  

argas y Cabrera, muchachos corajudos, pero jamás guaposos, le imprimen hermosura a la gran fiesta deportiva de la pelota cubana

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