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El regreso de Frank Herrera

Subirse al montículo después de dos años alejado de los terrenos por someterse a una cirugía Tommy John en su brazo de lanzar, es una victoria para este joven serpentinero que lleva el béisbol en la sangre


Foto: Boris Luis Cabrera

Este 10 de enero no lo olvidará jamás el capitalino Frank Herrera. Subirse al montículo después de dos años alejado de los terrenos por someterse a una cirugía Tommy John en su brazo de lanzar, es una victoria para este joven serpentinero que lleva el béisbol en la sangre.

“Imagínate como me siento. Esto es un sueño después de dos años sin poder jugar de nuevo. Recuerdo mucho todo lo que mi familia pasó, pero me he preparado bien y esto ha sido posible gracias a la contribución y el esfuerzo de muchas personas”, le declaró a Tribuna de La Habana entre lágrimas después de lanzar la última entrada del partido final de la Copa Benito Camacho.

Frank apenas durmió en la pasada madrugada. La ansiedad por encaramarse en el box en un partido oficial no se lo permitió. Cuando salió corriendo del bull-pen hacia la lomita, solo Dios sabía cuántas preocupaciones llevaba a cuestas, porque en estos casos la recuperación psicológica es tan difícil como la física.

“Los primeros lanzamientos fueron los más difíciles. Vi el box un poco lejos, hace tiempo que no me paraba ahí en una competencia, pero ya después de los tres primeros lanzamientos me sentí bien, los rompientes estaban saliendo, y poco a poco fui entrando en calor”, confesó.

El primer bateador que enfrentó le conectó sencillo al jardín central y el segundo se embasó por un error del camarero. La situación era difícil para un joven que necesitaba recuperar la confianza en sí mismo, pero este atleta de cuatro Series Nacionales con el uniforme de Industriales sacó la estirpe.

Dos ponches consecutivos y un elevado, me hizo recordar a aquel lanzador que una noche de enero de 2020 en aquella famosa semifinal, paró en seco a unos desbordados Toros camagüeyanos en el estadio Latinoamericano. Sin dudas Frank Herrera estaba de regreso.

“El error me sirvió porque quizás si no hubiera sucedido no hubiera podido demostrar el potencial que tengo ahora, luego viste lo que pasó. Gracias al esfuerzo en estos dos años he podido regresar. Ojalá pueda estar con Industriales en la nueva temporada”, dijo emocionado.

La reparación o reemplazo del ligamento del codo, operación realizada por primera vez en 1974 en Estados Unidos al lanzador de los Dodgers de Los Ángeles del mismo nombre en 1974, se practica también en Cuba dese hace años, y el Doctor Liván Peña Marrero, Jefe del Grupo Nacional de Ortopedia y Traumatología, es uno de los que ha realizado varias cirugías de este tipo.

“Quiero agradecer sobremanera al doctor Liván, él no está en Cuba ahora mismo pero es el artífice principal del éxito de la cirugía; a mis entrenadores del municipio, y a Lázaro de la Torre que siempre estuvo ahí conmigo pendiente y es una pieza importante en esta recuperación”, recalcó Herrera.

“No puedo dejar de mencionar tampoco a Pipo (Enrique Rojas), sobre todo en esta última etapa que he vuelto a entrenar con él y le debo mucho en este paso de avance; a los profesores Guillermo Carmona y Alexander Malleta, quienes me dieron la oportunidad de lanzar en esta copa para poder demostrar la forma en que estoy; y al Licenciado Aldo Santamaría, entrenador del gimnasio de la calle 24 entre 17 y 19, en el Vedado, pieza importante en esta rehabilitación”, concluyó.

tomado de tribuna


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